Durante la celebración de las Fiestas de Gràcia 2022, que se celebraron se celebraron del 15 al 21 de agosto, tuve el honor de ser parte del jurado que evalúan las decoración de las calles de la Vila. Para realizar dicha tarea fui convocado por la Comissión de la Feste Major de Gràcia, presidida por Lina Patricia López dos meses antes. El requisito para participar es estar involucrado en temas de ciudad y comunidad. Tener criterio artístico y no ser parte de ninguna comisión de calle. Los jurados no perciben retribución económica por el trabajo desempeñado y sólo se puede participar como hasta dos veces como máximo. El tribunal esta formado por siete personas que están bajo responsabilidad de una coordinadora. El objetivo es hacer un recorrido diurno por todas las calles evaluando diferentes aspectos de las decoración de las calles. Cada comisión recibe al equipo del jurado y defiende la idea creativa y explica cómo se realizó dicho trabajoEntran en la valoración, condiciones técnicas que las calles deben cumplir por protocolo y luego una serie de factores como: el diseño, la creatividad, la reutilización de material constructivo, la coherencia y el impacto. También se analiza la cantidad de gente que trabajó en la decoración de la calle o plaza y las edades de los participantes. Por ejemplo, en el Carrer Berga participaron mayormente señoras de mas de 75 años y en calles Perla, había mayoría gente de menos de 30 años. Luego por la noche se repite el mismo recorrido pero se evalúa la iluminación. Nuestra intensa jornada acabó a las 3 am.
Al día siguiente, el jurado fue citado a primera hora de la mañana, en la sede de la Comissió de la Festa Major (Can Musons). Allí recogimos, comparamos y debatimos, durante mas de 8h, las evaluaciones de cada uno de los jurados para otorgar los premios y las menciones especiales. Dos días más tarde se realizó en la Plaça de la Vila, la tradicional entrega de premios. En un ambiente muy festivo, donde nunca falta la acusación hacia el jurado de haber hecho tongo, todo ello en un marco de amistad y cordialidad, propia de una Fiesta Mayor. La experiencia personal es extraordinaria y me permitió conocer la fiesta desde dentro y por sobre toda las cosas pude conocer a muchos vecinos y vecinas que trabajan por el bien común, desinteresadamente, para que su ciudad, su barrio, su calle o su comunidad (la verdadera patria) celebre y compartan su creatividad con todo el mundo. Ese es el mayor premio de las fiestas, creo yo. Todavía me queda una oportunidad más de ser jurado, espero repetir pronto.
Mariano Pesin.