Térmica de Sant Adrià.

En esta nueva ruta cultural por la Térmica de Sant Adrià, descubriremos la historia de «la fábrica» dentro del contexto histórico. Explicaremos la evolución del territorio en ambos márgenes del rio Besós. Con la llegada de la Revolución Industrial la ciudad de Barcelona crecerá vertiginosamente. Una red de centrales hidroeléctricas se comenzaran a construirse a inicios del siglo XX. La Térmica de Sant Adrià fue inaugurada en 1913 para abastecer de electricidad a una buena parte de Barcelona y la región metropolitana.

La construcción de Térmica movilizó a un movimiento migratorio desde diferentes puntos de España y determinó la transformación urbana de Sant Adrià del Besós que dejó de ser un lugar tradicionalmente agrícola. Entonces Sant Adrià era conocida como «la fábrica de luz», ya que llegaron a funcionar varias fábricas hidroeléctricas en simultáneo, una de ellas dio nombre al barrio de La Catalana.

Explicaremos las diferentes etapas de las Tres Chimeneas, las reivindicaciones vecinales por la contaminación y la lucha antifranquista por mejoras en las condiciones laborales. En 2011 la Térmica cerro sus puertas definitivamente. Diferentes asociaciones patrimoniales consiguieron salvar el gigante y obsoleto edificio con la idea de que se convierta en un símbolo identitario del pasado industrial. A partir de entonces se abrió el debate sobre su futuro en momentos que el mercado y su lógica devoradora marcan la agenda de la gentrificación en los barrios, muchas veces escondida detrás del desarrollo patrimonial o cultural.

Una ruta cultural que tiene como objetivo repensar nuestro pasado, el presente y el futuro de nuestro patrimonio.